viernes, 6 de abril de 2018

El tardío hallado

Hay lugares inalcanzables a pesar de insistencias del todo insulsas. Esos mismos que se alcanzan si el deseo escapa de las prisas.

Hablo de las heridas que nunca sanan, más bien, menguan al son calmado que nos conduce a la ùltima parada. Encontrando verdaderas en horas que agonizan, aúpan los pasados importantes que son presentes aflicción rumbo al futuro esperanza.

Si por mí fuera, anegaría sentidos con los sentires recuperados de la nula pérdida que creí perdida. Engalanando la mesa de las segundas oportunidades desde los mermados recuerdos que me recuerdan exhibiendo juventudes en mi exilio, en mi silencio; en el anhelo que te trae y me lleva. En lo constante que ignoré y a fuego candente marcó mi alma, cual pecado trasmutado en tara, y ésta, volviose tragedia en días cual noches y noches arrojadas al invierno que no acaba, perdura. Me aterra.

Y ahora que el reloj vence en mi otoño moribundo o mi invierno incipiente: sirvo de paciencia lo impaciente, rezo plegaria, observo quietudes cual virtud del solitario que sin ver te halla y murmuro...

...Te quiero...

© La Ranura De La Puerta


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