Sintiera el agobio que
nudo formó durante indeterminado, dado a la entrega del perdido que
se sigue perdiendo dentro de lienzo unicolor, mientras mis manos
sucumbieron al tembleque de cuando niño, resbalando gélido sudor
parido en alma, descendiendo frente, pues ni las estrellas
guiños, ni la mansa brisa de la inmensa mediterránea calman
declive, por escribirte aislado de la isla compañía que mortuoria
presta pesar que me vence. Y nada inteligente, agarro libreta
encarando mina que baila atemorizada por la danza del marchado que
queda anclado en tu estampa recuerdo.
No cita más espacio en
angosto presagio vuelto presente, al llorar por los quereres con que
te quise en abanico intimista, fuiste desde siempre la que eres, la
que deduje que eras, la que ansiaba que fueras, la que fuiste y la
negada que pudiste ser. Y ahora retumba conciencia tras cada letra
que mancha pureza en el papel cuadriculado, al son alicaído de quien
recuerda salva ahogado en pena cadena, en lloro amago, en sordo grito
torturado que funde posibles del delante, ese paso hacia el rescate
de quien no quiere ser auxiliado... Sin ti, es un sin mi pendiente,
que consciente se abandona pereciendo...
Pobre espíritu en
gracia vida, rogaría si creyera con temple rezo atribulado e
hincando rodilla, bajando mirada y juntando palmas que lentas
tocarían con mis dedos, labios. Alzaría brazo violento si con
tal desfachatez provocase retornos, rescatarte del miedo inexistente
que persistente golpea mi esencia, anegando incoherencias conductoras
a la divagación donde sigo y prolongo perdurando por siempre y amen
maldito que me maldice, igual que silencio.
No queda y presto
acabado, pinto mueca adiós sin recibir nada a cambio, para cruzar
las arenas que besan salada, que a su vez, acarician a la granulada
que paciente la espera. Porque allá donde viera reconozco nuestra
historia, el delirio romancero, el halago, el beso pendenciero que
enciende tacto pasión, abrazo, susurro, gemido... Todo danza perdido
en el caldero infierno de mi destruido corazón, alma occisa que
oxida acelerada buscando muerte, a la Parca que me ignora... Mientras
rescato belleza que viera prendado juntando nuestros labios y
regalando alma, sentirte, sentirme,¡sentirte!, ¡¡Sentirme!!
¡¡¡Sentirte cómo te siento en el anhelo que me trastorna!!!
Porque vivo suplico capital pena cuando muerto respiro sin querer
respirar condena de no tenerte y recordarte... Sin querer queriendo
pues amor es amar estando o no existiendo, vida mía. Y amar es amor
sin condición materialista o etérea, sin lindes o barreras, con o
sin vigor...
Caminaré hasta las
entrañas de la mar para buscarte, encontrarte, sonreírte y
abrazarte... Me quedaré contigo para siempre, tan incondicional como
eterno resuena la mejor canción escuchada por mis oídos, cuando de
tus labios brotó, aun sonrojada, el primer te quiero que me
dedicaste...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.