LOS PRADOS CHÉVERES por Dadelhos
Pérez.
La vida es una caja de sorpresas que poco sorprende conforme
adquieres experiencia, es mi humilde forma de observarla mientras
ella me observa. Y vientos viejos que marcharon (o se esfumaron sin
más) retornan empujando abatible en formato nueva oportunidad.
Siempre amé la soledad que me condujo a la inspiración tras la
lectura entremezclada con el filme cotidiano, los cercanos y no
tanto, la luz y oscuridad, lo neto y lo netamente ofusco. Bueno, ese
cóctel en justo sazón con guinda ensoñada (dependiendo de quién
la vislumbre, por supuesto.)
Ando en un mes duro, cargado de trabajo y pendiente de mil respuestas
que debo dar lo antes posible, de entre ellas, regresar a Venezuela
para ocupar humilde puesto en una editorial amiga que conocí durante
mi última visita.
Hasta hace relativamente poco, era un ignorante de Internet ya que
sólo la utilizaba para buscar información que costaba horas
sonsacarla por las toneladas que pululan en la red, falsas
informaciones o vertidas desde ideales cualesquiera. Puede que ese
escollo me incitara a dar la espalda a la nube, a las redes sociales.
Y fue una buena amiga, gran escritora, quien me animó a investigar
por mi cuenta entrando hace menos de un año, aproximadamente, en
Google plus.
Me gustaría darles las gracias por las horas y horas de lectura que
encendieron la chispa inspirativa en mi alma pariendo alguna que otra
composición. Y no me estoy despidiendo, sólo que desde ahora y tras
mi aceptación frente a la oferta, publicaré con menos asiduidad
hasta que vuelva asentarme en mi Venezuela querida después de pasar
el calvario de Marzo, qué remedio.
Seguiré colaborando con EL PODER DE LAS LETRAS cada Lunes, como así
acorde con los/as enormes escritores/as en su día. La verdad, ver
proyectos cómo éste esperanzan alma solitaria de quién lo dio todo
por las letras desde que zagal comenzara, pero como suelo decir, eso
es otra historia.
Regresé a la anciana España por mi hijo hace tiempo, es un pilar
fundamental en mi existencia, pero el enano ya no es tan enano e
incluso me anima al retorno alegando que mi sitio natural está allá.
Y puede que tenga razón, que necesite perderme por el centro del
Palmar y visitar a mis viejos y viejas amantes de las letras,
pasearme por las calles de San Félix, zamparme un par de
empanadillas con refresco, rastrear los viejos libros de don José
Gregorio en su pequeña tienda mágica, algún jugo o helado en sus
puestos callejeros al son caribeño. Para sentarme en el porche de mi
pequeña casita con libreta y lápiz y escribir (después de mi
jornada, claro está)
En unos meses volveré a estar pleno con todos ustedes aunque con
horario diferente, ha sido un enorme placer descubrirles, son tesoro
inmaterial que perdurará por siempre en mi coleto gracias a sus
fantásticas composiciones.
Les diré que para mí la felicidad consiste en buscarla, sin
excusas, y eso mismo les deseo; una fructífera búsqueda que les
traslade al nirvana de la ensoñación al mismo tiempo que pisan el
suelo. Suena contradictorio pero no lo es, ustedes saben de lo que
hablo al ser poetas y poetisas, que traducido como bien sabrán,
poeta es quien crea desde la nada burlando así el todo, su adverso y
lo que pudiera venir. El don de la magia, la magia de la verdad
verdadera; tejo palabra que roza el alma transformando distancias en
la lejana cercanía. Para encontrar ajena que me atrapa y me traslada
en interno viaje, eso sí, sin pagar peaje.
Hasta pronto, familia.
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