DESCONCIERTO
por
Dadelhos Pérez
Distancias
rigen cercanías en ámbito terrenal, no es prisa inmediata, ansia
asfixiante o centeno encanecido en plena descomposición. No. Nada de
eso, lejos caminan en la proximidad desteñida enseñando rancia tez
en el lindo que fuera, si fuere.
Es
danza sorda con movimientos erráticos capaces de absorber décadas
anclado en lo que pudiera y nunca será, sin duda. Pero qué remedio
remedia frente a la incertidumbre dueña cuando sol florece, y muere,
apagado ante el portento refectorio de la luna con las cuestiones
solventadas con contestas enamoradas de molestias que usurpan vista
ofuscándolo todo. Si reina día el sol calienta demasiado, hay nubes
cojoneras que destemplan mañana, puede que llueva (maldita sea) o
puede que despeje (maldita estampa) (…) Puesto que todo maldice
expuesto al descompás vida que se asemeja demasiado a la vida en
muerte (…) Y no hablo más que de mí mismo, de mis recaídas
constantes que se volvieron cotidianas mientras las varillas avanzan
y prosigue la existencia conmigo o sin mí.
— Sinceramente,
ando del todo descolocado, señor. ¿Qué me intenta decir?
Lo
ve, soy maraña desfigurada que no alcanza siquiera raciocinio
entendible por semejante. Puede que sean tantas décadas consumidas
en la soledad desquicio; o puede que esa misma soledad me abandonara
desquiciada frente a mis temeridades inertes. Horas de silencio roto
en el coleto, ideas loquescas, frases sin verbos o acentos que
otorguen carácter. Soy un caso perdido.
— ¿Y?
Disculpe,
no pretendía soltarle chapa gratuitamente, es que no hablo con
similares desde hace lustros. Un café solo con taza grande y sin
azúcar, por favor.
— Marchando.
Y no se preocupe, viejo. Le entiendo a la perfección elevada a la
novena imperfección en la escala real de las imperfecciones.
Por
eso siempre pido así el café, joven. Balata corriente con aspecto
divino que concede un segundo perfecto dentro del vasto imperfecto,
que no improbable. Por cierto, ¿cómo se llama su compañera?
— Ana,
una joven Marroquí que vino aventurera muy trabajadora, y bella,
como seguro apreció mucho antes de preguntar.
No
es tan complicado de entender si se lee desde el prisma de un anciano
jubilado que sobrevivió a todo (incluso su soledad) y ese típico
camarero mil oficios experimentado en necesidades constantes, sin
tregua. A veces lo más simple se convierte en calvario indescifrable
por no encontrar siquiera esas palabras justas que cercioren escuetas
el espíritu presente.
Como
anécdota, testigo fui y sigo siendo en infinidad de ocasiones allá
en cualquier barra o terraza de cafetería. Un cotidiano que me
apetecía dedicar parcas letras sin transmitir más mensaje que la
propia pérdida del norte, sur (llámalo como quieras)
Espero
que la vida te sea fiel encarando esos buenos momentos que la
convierten justamente en eso (vida) Recuerda que sonreír una vez al
día es la mejor medicina y deporte, pone en forma el alma en un
santiamén.
Leernos
en la inmensidad de la nube que empequeñece distancias y acerca
espíritus es todo un privilegio para este humilde escriba. Ando por
el sur, esta bella tierra (nación Andaluza) que tanto enamora e
inspira. Un abrazo desde la distancia cercana que nos otorga este
milagro… Espero regresar pronto con todos vosotros/as en G+, cuando
la vorágine merme y se convierta en monotonía… Hasta entonces (…)
Hasta ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.