viernes, 24 de febrero de 2017

Para mamá

Para mamá

L
a fragancia de la fragilidad denota fortaleza a pesar de brumas, sombras o densas tinieblas. Alcanzamos el iris de nuestro tiempo, no albergo dudas. Pero observando tu guerra con la paz y derroche al restar importancia, asumo que tu fragancia es portadora de verdad, templanza, y por tanto, fuerza.

Mamá, soy un ido cuerdo enfrascado en pentagramas y letras, como bien sabes. Pero en el regazo creativo de mis soledades, te respiro, vivo y alzo al jardín de las divinidades donde guardo lo más importante (…) O dicho sin verborrea diseñada desde mi alma siempre tuya (…) TE QUIERO en mayúsculas y te quiero en minúsculas.
Un amor imperecedero que me acompañará hasta el último aliento. Gracias por ser, estar… Gracias por existir.

¿Te acuerdas del mágico momento? Hace cerca de 18 años, tu gesto mostraba radiante felicidad, pura, clara y siempre entregada para con los tuyos que son los míos.
Con toda certeza y sin menoscabar al resto pululante por mi existencia regalo, estas dos divinidades (Mi madre y mi vástago) son las almas más importante de mi vida. No existe mayor maravilla, lo digo o confieso con el corazón en la mano, de pie o hincando rodillas.

P.D. ¿Me invitas a un café?