La libertad, ¿qué es la
jodida libertad? ¿Pagar lo que no está escrito para que el garantista de turno
viva a cuerpo de rey? Yo creo que la jodida libertad es el resumen de la verdad
que nos envuelve más allá de las normas o disfraces de algunos.
Representa consciencia,
permanecer con las persianas abiertas sabedor que la muerte no es destino, es
compañera, un soplo que alienta tranco entre lo arduo de la jungla atestada por
peligros de peligrosos que padecen el mismo mal, ese que se resume en libertad.
¿No cree?
―Sopesando mi penosa
situación, me importa una mierda.
Lo entiendo, créame,
perder es el precio, el tributo que se abona por haber ganado en alguna ocasión,
dentro de sus diversos rangos. El currante sacrifica más de media vida a cambio
de migajas para aterrizar en la perdición de la paga estatal, la jubilación. Si
sacas cuentas nunca sale ganando, es un mal chiste, una derrota velada o el
resultado exacto de quien se dejó avasallar por seguir la trayectoria marcada.
Pero usted, usted gozó
hasta hace apenas quince minutos de lo dulce del amargo, pastel que la inmensa
mayoría no probará jamás. De ahí que su tributo resulte más determinante,
finiquito. Cosa que debería agradecer al tocarme darle el pasaporte. Mi
quehacer dista de filos y torturas aunque creo que me excedo dándole al
palique.
―Arrogancias,
verborrea… Soy un viejo cansado, muchacho. No te atribuyas méritos que no te
pertenecen. Estoy harto de las pequeñas algarabías que siempre aterrizan en
baño de sangre. Por un momento pensé en liquidar a esos malditos directores de
cine, pero tras ojear la cantidad de escritores que pululan por Internet
entendí que era imposible, siempre resurge rey puesto ante monarca sacrificado.
Vaya, esto es nuevo.
Así que acorralarlo, pescarlo, amordazarlo y dentro de breves, liquidarlo (…)
no es cosa mía. Se le fue la chaveta, amigo.
―La diferencia entre el
depredador y la presa, muchacho. Cuando se intenta conquistar la jungla hay que
prestar atención a la jungla no a la pantalla de cine copiando a Al Pacino o Robert De Niro, solo son dos ilusorios interpretando ilusión ideada
por alcohólico solitario… En nuestro hábitat no son así las cosas.
(Montó la automática
provista de silenciador para agarrar silla y sentarse frente al viejo amordazado,
amoratado, en plena decadencia aparente.)
Es su momento, abuelo.
Así que ilumíneme antes del sacrificio o guarde silencio que en tal caso… bueno,
es evidente.
―En una ocasión conocí
a un tipo brillante, con talento, algo que escasea en nuestro deplorable
universo. No recuerdo bien su nombre…
Y se lo cargó.
―Muchacho, dijiste que
era mi momento.
Mil perdones.
―El tipo manejaba como
nadie el hierro, sabía el momento exacto para impartir estopa, cuando tenía que
permanecer inerte o cuando la retirada representaba la mejor de las salidas, haciendo
caso omiso a toda esa tontería de huevos y coraje… El caso es que recibió una
sustanciosa comanda cargada de inconvenientes, al requerirle postor que borrara
del mapa a nutrido grupo de traficantes ubicado a las afueras de la ciudad, en
ese barrio calamitoso plagado de zombis vivientes en busca del pico adicción…
Y se lo cargó.
―Ten paciencia, solo
será un minuto… Se levantó de buena mañana siguiendo costumbre, corrió sus dos
kilómetros diarios regresando a su ático provisto de todo tipo de
excentricidades. Abrió la caja fuerte donde guardaba el hierro para salvaguardarlo
en la cintura, colocarse su gabardina sesentona y salir de caza…
Y se lo cargó.
― ¿Quieres dejar de
interrumpirme? Si es mi momento, coño, permite que cuente la historia. No es
larga, más bien escueta. La cuento, colocas como dios manda el puto plástico y
terminamos con esta pantomima, ¿de acuerdo?
El plástico está bien
colocado, viejo. Es lección de primero de sicario…
―Siempre, pipiolo,
siempre hay que colocarlo en la parte delantera de la silla, nunca en la
posterior. Y perdona mi intromisión… Pero cuando me dispares caeré hacia
cualquier lado o de frente pues tu arma es una nueve milímetros y no tiene la
suficiente potencia para vencer el respaldo de la silla (…) Es un consejo, nada
más. Pero si colocas el plástico delante y me disparas desde atrás caeré
exactamente sobre él. Aunque hazlo como creas, no es mi problema.
Bueno, termina la
jodida historia y ya veré si cambio o no cambio de sitio el puñetero plástico.
―Está bien (…) de todas
formas en el armario de la cocina están los utensilios de limpieza y…
¿Por quién coño me ha
tomado, por su chacha? ¿El servicio de limpieza? Será mejor que use las
palabras en su fábula y no tiente su suerte.
―Para mear y no echar
gota.―Con gesto mofa.―Estoy a escaso minuto de conocer a la Parca y me hablas
de ¿suerte?
Ahí me has dado, tiene
razón. Acabemos de una puta vez…
― ¿La historia o mi
vida?
Creo que no alcanzamos
fluidez. (Rascándose leve la frente con el hierro) Termine la puta historia.
―…Su primer objetivo se
centró en el número uno al estar convencido que acabando con él imperaría el
desconcierto, aprovechando la incertidumbre, eliminando al resto…
Y se lo cargó…
―…Alcanzó las
inmediaciones de la casa del cabecilla sin advertir amenazas, cruzó la calle,
entró en el edificio llamando a la puerta…
Y se lo cargó…
―…Montó arma al esperar
tropezarse con la seguridad, pero en vez de eso abrió el capo…
Está claro, fue cuando
se lo cargó…
―…Es lo que haría
cualquier profesional, en vez de eso y por motivos que alcanzo a comprender… Lo
acorraló, lo pescó y maniató para caer en insulsa conversa…
¿Qué mierda?
―Lo golpeó varias veces
para reducirlo…Un pequeño tributo del veterano aburrido frente al trabajo de
cada día, pues pertenecía a tu gremio…desde su asiento sentencia le contó
segundos antes de la rápida una historia ficticia que lo retrató. Su reacción
fue la esperada…
(Se levantó apuntando
al anciano para apretar varias veces el gatillo.)
―…Y tras apretar el
suave que envía endiablada, su perplejidad le quitó la venda
prepotencia.―Enseñando sus manos que debían estar inmovilizadas.―Cómo te dije,
hay que prestar atención a la jungla…Yo siempre fui el león y tú la gacela.
No necesito el hierro
para liquidarte, anciano.
―…Yo tampoco, chico…Ah,
fue entonces cuando se lo cargó.
P.D. En el asunto de los chicos listos un trabajo bien remunerado puede ser un
ajuste de cuentas, claro está, sin rodeo.
Escueto entretenido que
sólo pretende entretener. Para los que me habéis demandado terror, muy pronto
amanecerá relato. Agradecido por vuestros mensajes me despido como siempre
recurriendo a coletilla propia, deseándote de lo bueno lo mejor con un hasta
entonces…Hasta ahora.
®Dadelhos
Pérez (La ranura de la puerta) 2017
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