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ualquier comecocos narraría hasta la
saciedad cayendo de bruces en clichés preconcebidos que nada dicen si no existe
individuo al que diagnosticar. El compromiso es la enorme mentira si se lleva a
todos los lares o terrenos de la vida. Por ejemplo: para tener claro quiénes
somos debemos partir de nuestro propio ombligo, aunque suene a lo que
suene…
Es verdad que impera en algunos la
empatía, caridad e incluso esa señora desterrada de nuestros universos, la
generosidad. Pero todos estos aspectos son trabajos introspectivos con uno
mismo, es decir, cualquier infante se muestra egoísta aun no maliciosamente,
para que entendáis mi postureo ante el tonteo alzado a lo sagrado que para nada
lo es.
El compromiso debe nacer de las carnes de
uno hacia adentro…El trabajo es un compromiso porque necesitamos la nómina para
seguir conduciendo nuestro flamante vehículo de carne y hueso, puede que estemos
hasta la coronilla de nuestro jefe (quien lo tenga) del tedioso cliente fastidio
o de cualquier chorrada que nos anime a salir por piernas, sin embargo no lo
hacemos. Planeamos gélidos diseñando nuestra evasión, primero encontrar otra
fuente de ingresos y después arrancar escapando de la olla endiablada sin malos
modos, al ser conscientes de cómo se las gasta la señora
existencia.
Supongo que hasta aquí incluso los más
ortodoxos estarán de acuerdo. Es obvio que los negados no, pero ese es otro
tema.
La pega aterriza cuando el compromiso lo
asociamos al amor, y es verdad que también subyacen necesidades, ni lo dudo, ni
lo niego. Quedando una enorme diferencia que no podemos omitir por mucho que
nuestra cabecita insista redundante. Tu pareja no es una nómina, una cosa, no
sé…Tu automóvil o el precioso mueble de la entrada…Me explico, lo material no
cambia mucho aunque se deteriore, bueno, puede que de manos, pero no sufre la
efervescencia de lo vivo, por lo tanto el compromiso con tu pareja se reduce al
convenio contigo mismo referente a la mujer que tienes al lado, nada más. La
libertad cuartada obra igual como agua torrencial de febrero llorón, siempre
encuentra su cauce.
Así que compromisos en el amor, los
introspectivos, disfrutar del momento del mismo modo que disfrutas de la vida…La
vida desemboca en la muerte y no por eso dejamos de
vivir.
A las eminencias de la psicología
encasillada que globaliza aquello que no es global, disculpen por mediar mi
punto de vista alejado del papel escrito que tanto adoro, pero la mejor maestra
es la señora existencia…Puede que esté equivocado, no me importa al ser lo que
creo….Las ataduras para las zapatillas, mi chica…vivirla, quererla, disfrutarla
y nunca jamás atarla, es mi humilde opinión…Basada en los días y noches que
llevo en este efervescente juego de respirar y sobre todo
vivir.
Espero no haber aburrido con reflexiones
obvias, como colofón….No soy perfecto, sigo tirándome pedos malolientes y esos
más sonoros…
Me despido no sin antes desearte de lo
bueno lo mejor con un hasta entonces, hasta ahora.
SUGERENCIA SUGERIDA
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Ranura a precio de ganga. Puedes comenzar a leerlo pinchando sobre el
enlace. Cualquier ayuda para comprar el café es bien recibida, los relatos
entretienen…Pero no es obligado, ahí lo dejo.
©Dadelhos Pérez