sábado, 29 de abril de 2017

Mañana tardía


Resultado de imagen de Solitario en casa

Un relato que describe realidades demasiado extendidas con leve toque romancero y mi habitual PD. Aunque notarás cierto cambio en esta entrada al aglutinar también la película de la semana (en español y entera) el documental estrella y el relato de hoy. Una apuesta dirigida especialmente a mis queridos grupos de Facebook. A mis amigos de Google plus, informarles que seguiré nutriendo las colecciones de (Historias de la Parca) (Te hace un cine) y (Aquellos años…) abriendo próximamente nuevas colecciones. Gracias por vuestro apoyo. Espero que sea de vuestro agrado, un saludo.



MAÑANA TARDÍA por Dadelhos Pérez

 

Es increíble el quehacer silencioso de la monotonía, consume tiempo y más tiempo sin advertir al adormilado que repite lo cotidiano cual autómata de lo de siempre.
Vence el pensamiento del ya pasará, mientras ahoga la cucharilla en el hirviendo azucarado de cada mañana, sentado frente a la solitaria tabla, cara en mano y codo sobre la mesa, observando el remolino humeante del café acostumbrado para formular musitando el plan ideado que lo rescatará de la apatía encontrando la alegría que ni recuerda.
Fuera entonces cuando llamaron a la puerta...
¿Quién será?Cuestionó estatua.Nadie espero en mi espera por no ser esperado.
Golpes de nudillos redundaron de nuevo, sirviendo breve silencio para repetir la jugada.
¿Quién llama?Reaccionara cruzando el corredor hasta la entrada.Si trata de vender lo que sea, equivoca la puerta.
No vendo nada, señor.Desde afuera.Soy la esperanza que aparta impuesto y concede añoranza en albeo nada fabulado.
Cosa extraña.―Mascullara pensativo―Si vuestra voz fuera femenina abriría sin pensarlo al atar argumento falto con vuestra palabrería. Pero suena a macho cabreado...Cansado de visitar a puerta fría para supongo que ganar algunos cuartos.
Riera en bajo acorde la charloteada de quien divagaba y divagaba sin cerciorar por la mirilla, o simplemente abriendo la puerta. Costumbre del acostumbrado a vivir en su mente para obrar mecánico afuera.
Me sorprende la confesión involuntaria sin siquiera comprobar quien soy. Abra la puerta y agarre dicha pues para éso vine, conceder verdaderas en los vastos delirios de vuestra realidad, claro está, mal interpretada.
Yo no debo nada y no suelo comprar más allá de los lindes de la tienda de Marcela, la de toda la vida. En lo referente a la dicha, nada me creo pues llevo jugando a la lotería toda mi vida y sigo enfrascado en lo paupérrimo, asqueado y acuciado por manutenciones revenidas de amores que no lo fueron tanto, aunque dejaron huella arrasando mis posibles para hacer imposible escapar de este agujero. Creo que lo dejé claro...
Abra la puerta.
¡No quiero!
¿Negará la benevolencia que le traigo?
Negaré lo negado de la misma forma que negaron cuando imploré. Márchese a otra casa donde credos generalizados respiren, y no me atosigue con serpentinas coloreadas en mis grises de a diario, es más, mi café se está enfriando...Largo.

PD. El tiempo mella sin remisión condenando a la nulidad por costumbre. Hay vidas que se paralizan concentrando toda su actividad en el coleto al igual que nuestro extraño personaje.
En realidad importa bien poco quien llamara a su puerta...La fortuna, el amor, la felicidad o el mismísimo Belcebú con el afán de comprar nueva alma. Al estar acomodado en su ideada soledad aceptada al son que ensueña despierto en cómo cambiará su existencia sin siquiera intentarlo.
No se confundan, no se trata de falta de valor o incapacidad para reconstruir su universo, es mucho más sencillo...No cree en la sociedad, en la ciudad, en el barrio, en sus vecinos, ni siquiera en sí mismo.
Me marcho a la estructuración de las nuevas ventanas interactivas de esta casa, deseándote de lo bueno lo mejor con un hasta entonces, hasta ahora.

Pepe Esparza (Dadelhos Pérez)


El filme...
The WOMAN



El documental...
Los más pobres entre...





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