lunes, 15 de mayo de 2017

A PARTIR DE LOS 45...

 

La maquinaria social no está mal diseñada si atendemos a ciertos intereses, es conocido que el cúmulo mayor del capital mundial se concentra en unos pocos. Esto tiene mucho que ver con el fruto presente y las constantes crisis (síntomas inequívocos de enfermedad terminal) que proceden a la criba de trabajadores con el único pretexto de bajar sueldos en vez de descentralizar la corrupta economía.

La enfermedad comenzó cuando pasamos de una economía productiva a la pura y neta especulación sin desmontar el supuesto estado del bienestar, pues precisan de los cuartos de los trabajadores para subsistir en su (o nuestro) suicidio asistido.
Si nuestro gobierno se pusiera el mono de trabajo utilizando las pocas cartas que les quedan, lo que resulta una tragedia podría convertirse en nuevo comienzo...
Cualquier persona que queda varada del paupérrimo mercado laboral a partir de los cuarenta, tendría que gozar de la oportunidad de disponer de una cuantía x derivada de sus aportaciones al sistema (aparte del subsidio o paro por desempleo) para iniciar su negocio amparado por su experiencia profesional.

Como contraprestación, estaría sujeta a montar su propio negocio perdiendo las cotizaciones para la jubilación hasta el momento. Claro está, quedando cual opción a la disposición de quien lo demandara, pues es suyo.

Soy consciente de cómo suena, pero valorando las necesidades inminentes de estas personas junto a la total insuficiencia del estado, la descarada oligarquía impuesta por la banca y un largo etcétera que conduce al colapso...Sería conveniente rescatar a los profesionales mayores de 45 años, no copiando la estafa de rescatar bancos con dinero público para reglón seguido mal venderlos a los de siempre. Más bien haciéndolo con las aportaciones de los mismos (todas las obligadas quitas en sus nóminas) para en vez de especular (deporte rey de la banca) producir (necesidad vital de nuestra sociedad)
Por desgracia el gobierno prefiere que la papeleta la resuelva la pensión del abuelo, quien tenga la suerte de conservar a sus padres, al resto...Cáritas, hambre y vivir en la calle, que por desgracia suele ser lo más habitual.

Pero tranquilos, sólo tienen que aguantar cerca de veinte años solicitando infructuosos subsidios que no arreglan nada (ni el hambre, al tener que decidir entre techo o comida) para cobrar una auténtica mierda llegado el momento, que te mantiene en el mismo estercolero, vida de locos.

Si a los apartados cuarentones les propusieran percibir el 25% de su futura jubilación a cambio de montar su propio negocio empezando de nuevo sus cotizaciones (de cero) la economía interna no se resentiría como se resintió y sigue resintiéndose, dejando un poco de lado la especulación para abrazar la productividad, no obstruyendo las oportunidades de las nuevas generaciones, y encima, alimentando los activos laborales en vez de incrementar las listas del paro.

Es tan sencillo como ofrecer lo pagado hasta la fecha para garantizar la continuidad del mercado interno cuando el mercado interno lo necesita. Sin embargo su solución es poner el ojo en las jubilaciones, cambiar las reglas del juego, levantar los hombros y esperar a que pase la tormenta a sabiendas que su estupidez arruina la vida a miles de españoles. Más que inútiles al servicio oligárquico, anti-sistema disfrazado de sistema que los convierte incluso en anti-patriotas (y no estoy exagerando, eso les queda mejor a ellos)

Señores y señoras del gobierno, es obvio que ustedes no verán con buenos ojos mi punto de vista y prefieren el inútil clientelismo de las subvenciones, los estúpidos cursillos bajo el pretexto de renovarse o morir, olvidando las largas trayectorias profesionales de estas gentes...Querer convertir en panadero a un mecánico con dilatada trayectoria es como para hacérselo ver...

Abogar por las políticas productivas inmersos en la garganta de la especulación resulta misión imposible. La causa principal: la evidente falta de medios...La solución: que aumenten esos medios siempre dentro de un sano tejido interno y productivo.
En cuando a que es un suicidio quedarse sin jubilación (la correspondiente íntegra) más ridículo resulta pasar el infierno del paro acabando en la calle con la idólatra ensoñación que sólo serán veinte años de infierno, para gozar ergo de la saburra.
 
Dadelhos Pérez (Pepe Esparza)