martes, 2 de mayo de 2017

La esencia del paraíso

Un relato con tintes mortuorios que concentra necesidades vivas de vivos. Es cierto que lo podría catalogar en diferente etiqueta, pero al fin y al cabo forma parte del drama existencial. También encontrarás mi habitual PD.

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Silencian las voces internas en el palacio de las nuevas oportunidades, segundos amables que resultan regalo cuando se aprecian, abrazando duda primera para zambullirse en anhelo cercano, siguiendo la estela de estrella que guía hacia la esencia trasladada a la presencia física o paraíso hallado, desde el etéreo...
Sí, dos barras de pan, por favor.Atado a la rutina moribunda.¿Es su primer día de trabajo?
Obrador de mañana no bañada por los rayos vida, encontró pequeño cambio en su rutina, vislumbrando ojos soles en marco rostro apolíneo con cabello tirabuzón cual catarata en descenso bello hasta sus hombros. Globosos labios que encierran mieles cultivadas por alma cercana, destello mirada ofreciendo saludo que lo incitó a preguntar, quebrando su acostumbrado silencio.
Sí, es mi primer día. Espero hacerlo bien porque necesito el trabajo. He pasado uno de esos baches que nadie espera pese a conocer que pasa, le sucede a mucha gente. Pero para serle sincera, jamás pensé que me tocaría.Depositando la comanda sobre el mostrador.Ahora me siento como jovencita frente a su primer trabajo. Comenzaba a pensar que no servía para nada. En fin, supongo que hablo demasiado, son los nervios. Espero me disculpe.
Me llamo Tomás, es un auténtico placer escucharla.
Éso suena muy extraño, Tomás. Me da en la nariz que no habla demasiado. ¿Verdad?
Lo intento, chiquilla. Pero muy pocos me escuchan. No creas que me afecta, cuando alguien me habla directamente no puedo evitar sorpresa al no ser lo habitual.
Es alma solitaria; como suele decir mi buena madre, a cada cual le duelen sus clavos.Comprobó ojeando hacia atrás que su jefe no estaba.No hay clientes, es temprano. ¿Le apetece hablar unos minutos?
Sin agarrar su compra todavía no abonada, asintió mostrando mirada paz, humedecida, que descasaba con su cara atormentada. Su aspecto incitaba a concebir tártaro en aquel que vagaba desorientado buscando el paraíso, o al menos su esencia.
Todo quiebra en segundo y repara en meses, niña. Es lo bueno de la vida puesto que al existir movimiento cabe la posibilidad de luchar...
No entiendo, Tomás. ¿Qué quiere decir?
Supón que navego con mi pequeño pesquero por aguas bravías, vientos huracanados, olas acecho, lluvia torrencial...
Demasiado negro, ¿no?
Todo lo contrario.Sonrió paterno.Mientras azota tormenta existe movimiento, se vive. Es cómo aprecio la existencia. Sin embargo llega el momento, cuando la embarcación supera ola trampa para aterrizar en aguas mansas, sol poderoso y quietud imperturbable...
Cuando se alcanza la felicidad...
El nulo movimiento resiente al no verte obligado, no hay amenazas superables aun rodeado el claro por tormenta...Estás en el ojo del huracán, lejos de la vida pese estar vivo, cerca, a segundos de la hecatombe que cobrará su tributo...
Sinceramente, estoy fuera de juego...
Yo alcancé el ojo del huracán un día como hoy, salimos juntos a comprar el pan, dos barras, y de repente se apagaron las luces. Desde entonces sigo navegando en busca de mi tormenta para erradicar mi tormento.
No sé qué pretende decir.
Jamás hallaré mi paraíso, soy consciente. Sólo aspiro a saborear su esencia. Igual que ahora (…) Gracias por el regalo, pequeña.
Enigmático, desalojó gesto afable saliendo ergo por la puerta...Ella lo siguió entre advertencias...
¡Tomás! Las barras de pan.
Increíble torna posible alojando duda, cuando saliera a la calle con la comanda entre manos para descubrir que nadie transitaba por ella...
¿A qué viene tanto alboroto?Preocupación del jefe bonachón.¿Tienes algún problema?
Absorta por lo experimentado y consciente de que era su primer día de trabajo, inventó excusa volviendo las aguas a su cauce, es decir, quedando sola a la espera de clientes.
Se sentó agarrando uno de tantos periódicos antiguos que su jefe utilizaba para prender la leña del enorme horno, y leyera.
...Tragedia en el barrio de las Bendiciones. Un desgraciado accidente de tráfico se cobra una víctima. Ocurrió sobre las 6 de la mañana del pasado sábado, cuando un coche suicida atropelló a una pareja de vecinos falleciendo en el acto la mujer, Virtudes P. R., de 39 años. Lo triste es que su marido, Tomás C.H., se suicidó saltando al vacío desde su vivienda días después...”
¡Dios santo!

PD. Saborear la esencia del paraíso al ser consciente que jamás lo alcanzará. Alma en pena que anhela volver a la vida junto a ella, su paraíso, y vaga buscando quien le aprecie para confesar aflicción en charla o comunión que le haga sentir vivo.
Una historia de entes que narra anhelos de vivos, amar hasta las últimas consecuencias también es procurarse un infierno cuando cualquiera de los dos abandone la vida. Eso sí, tras décadas conviviendo en el auténtico paraíso. Vale la pena, ¿verdad?
No me queda más que desearte lo bueno, lo mejor. Con un hasta entonces, hasta ahora.

Reflexión propia: “Uno nunca es lo que dice, es lo que hace.”


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