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viernes, 11 de enero de 2019

Disculpa

Romper el segundo dominado por el vehemente remolino de la sinrazón ofusca, sacude el árbol de las pretensiones verdaderas donde nacen esperanzas con el vigor de quien quiere, y por tanto ama. Confunde, se pierde, discute y despierta. 
Reacciona puesto razona regresando a la necesaria cordura, oxígeno que respira tras la frugal tormenta.

Así que disculpa la tara de mis segundos laguna, abre las ventanas de tus ojos paraíso, sonríe viveza. Y seguro que contagias mis temperamentos eventuales, fortuitos, con los aciertos que nos unen y unieron. Rezando las prosas viejas de nuestras frescas primaveras convertidas hoy en otoñales versos. Ergo, enlazan nuestros dedos tras juntar las palmas al son del suspiro en plena ensoñanza despierta, viva, real, plena por ser nuestra. Rozando las pieles mejilla cual ruta natura del sentir compartido hasta la comisura de nuestras confidencias, el beso promesa, mirada sincera, silencio rotundo. Yaciendo desde lo más profundo de mis entrañas un "lo siento". Y de las tuyas, el empático "no importa".

AUTORÍA: Dadelhos Pérez

martes, 16 de octubre de 2018

Arte de artista

Arte de artista que sobre arista construye universos. Y en los espejos, reflejos de los mismos mermados con tintes tímidos diferencia, como sonrísa bella de niña entre juegos.
Como pirata robando atenciones en el escenario lustroso de la sala de estar, y en frente, la paciencia de dos pacientes enamorados de su gracia. Y no solo por padres o hijo, hijo o padres.

Arte de artista cuando sobre las sombras halla destellos, y de éstos, fiel paraíso calcado de lo que quiso y nunca fue. 
Arte de artista, vida de vivo con fruta y pan, amenidad por cercanía. Sí, sí; y en soledad gira la torna, quita añadidos concentrando la pureza de lo qué fuera pues pasó, existía o experimentó. Eternizándolo para los restos con el arte.
El suyo o el mío.

-Vale, Rogelio. Pero cómete las lentejas, hijo.

No, no, no. ¿No sería mejor dejarlas, soñarlas y reinventarlas?, mamá.
Obra crearía como arte de artista sobre la arista del lienzo que inventó porque inventa. Pintaría macarrones con queso o pan con chocolate. Bombones, caramelos, regaliz.
O lentejas de buñuelos azucarados, salchichas con tomate o (...) ¡Una hamburguesa!

-No, come. Luego, inventa.

©La Ranura de la Puerta

OTRAS LECTURAS

BUM-BUM relato terrorífico con narrativa a la vieja usanza que cumple sobradamente para con el lector.
Un humilde homenaje al gigantesco Allan Poe.

Fruto de filosofear desmedido y muy entrelíneas, Egolandia es un triple mortal no apto para sensacionalistas. 
Todo un reto para los más sesudos/as.

lunes, 15 de octubre de 2018

BESO

Con sus dedos, lápices sobre el etéreo cual pizarra, dibujó el prólogo del sentido vital garabateando danza pausada en avance deseo. 
Y quieto por la magia genuina de la carne, consciente cual frugal tentempié importante en lo inmediato y olvidado luego, aguardé el beso cata sin desviar mis ojos de los ajenos. Grandes, poderosos, hundidos en arrebolada perversa, en pleno crepuscular camino de la densa penumbra fuego.

Tersa aún mortecina, lucía su piel centenaria y labios, dientes, fauces. Y muerte. Regalaba como regaló en el justo momento cual culmen entre amantes del aquí te pillo, aquí te mato.

Tanto alcancé en las redes miel de sus brazos que sin juras dogmas, sentimiento exagerado o promesa vaga aliada al más grande de los fracasos. Eternicé lo que para los creyentes es condena, y para mí, el mayor de los regalos.

Y ergo, cuando el sol me olvida, las cruces duermen y las almas perdidas se buscan en el angosto funesto de los arrabales, regalo besos, miedo, muerte y liberación. Convierto en eterno lo tachado de vago por el remordimiento de los mortales tan entregados a la duda, cual esclavos.

©La Ranura de la puerta.


domingo, 14 de octubre de 2018

Alas de fuego

Cual girón que a nada conduce y todo precipita, amo el segundo que impera ansiedades frente a la oportunidad de dejar de imaginarte para comenzar a conocerte una vez más.
No importa mucho si la luna luce o el cielo encapota, si llueve o abrasa el estío. Pues es el momento esperado tras los sueños de soñarnos, acá, en la nada que fuera por el todo que anhelo.
Y sin rodilla en el suelo, sortija cual promesa o poema ensayado frente a mi propia cara copiando lo que fue de lo que fuera y resta, suma solo cuando rememoro. Abro los brazos, lleno mis pulmones, recito leve duda y salto. Vuelo, precipito sin aliviar las taras que me mortifican por las alas que te robaron. Las de fuego.

Esas traidoras quebrantes que tu muerte sirvieron. Y ahora, ahora mismo, en nada. Encuentro (...)
©La Ranura de la Puerta
Fruto de filosofear desmedido y muy entrelíneas, Egolanjdia es un triple mortal no apto para sensacionalistas. 
Todo un reto para los más sesudos/as.

lunes, 8 de octubre de 2018

Moribundo

Vuela mi mano más allá de los sentidos en noche cerrada, luz moribunda y tenue esperanza marchita.

Vuela pues busca mientras espero el beso de la eterna. Palpa la nada, dibuja creencias, acaricia mis adentros oníricos en el etéreo lienzo del afuera.

Y de gélido tacto, cálida ternura imperara con ósculo suave, dormecido por adormecerme pese a la insistencia de mi mano evasiva. Y fuera rima en verso negro recitado por los estertores finales cual llamada, convencimiento. Regresando la asustada ahora curada de todos sus miedos que fueron los propios.

Al son de lloros, en el lecho donde nunca amanece. Con el quizás desterrado, la duda olvidada, el recuerdo ardiendo y la paz conquistada. Albeé al otro lado de la vida, al adverso del diestro absurdo de la existencia, a la nueva hora, al drama, al dolor, al averno.

Soy el hálito de quien no respira, el recuerdo que muere y la prueba inherente de lo finito. Por breve.

© La Ranura de la Puerta.